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Los cinco pilares de la amistad según el experto en relaciones sociales, Julio García
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Los amigos nos ayudan a comunicar emociones y afectos, son la mejor medicina para la soledad no deseada
- Evitar las “amistades peligrosas” especialmente en la infancia y la juventud
Cada 30 de julio la Asamblea General de Naciones Unidas conmemora el Día Internacional de la Amistad como factor clave para la unidad entre los pueblos de cara a una sociedad más justa y sostenible. La organización reafirma el poder de la comunicación para la amistad: “una conversación, un momento compartido, la voluntad de vernos unos a otros no como extraños, sino como compañeros y compañeras de camino en la vida”.
Sobre esta valoración de la ONU basada en el poder de la amistad con el vínculo del diálogo entre las personas, el experto en relación social de la Fundación Casaverde, Julio García Gómez, destaca cinco pilares fundamentales del poder que brinda la amistad en la comunicación de unas personas con otras.
Cinco pilares de la comunicación para una buena amistad
1.- Los amigos nos ayudan a comunicar emociones y afectos. A través del diálogo y la conversación podemos encontrar y hacernos amigos. Esa comunicación debe ser muy directa y proactiva manteniendo siempre la llama viva de esa relación a pesar del tiempo y el espacio. Un amigo de la infancia que se conserva, es el mejor hallazgo personal que podamos tener a lo largo de nuestra vida, si cuidamos esa relación. A un amigo le puedes contar tus “secretos”, le puedes transmitir tus emociones e intercambiar afectos y estima.
2.- Los amigos son la mejor medicina para la soledad no deseada. Si sabemos fraguar una amistad que perdure, seremos capaces de tener a nuestro lado el mejor aliado para la compañía y evitar la soledad no deseada. Este aspecto es especialmente necesario en el ámbito de las personas mayores que necesitan cariño y comprensión en todo momento y a veces echan en falta la compañía física, el abrazo, la mirada a los ojos, las palabras y el tono suave de la voz que acaricie su oído.
3.- Una buena amistad sube la autoestima. La relación con las personas que queremos nos hace sentirnos bien, dignos e importantes, que crezcamos y que nos situemos en el centro de atención de una amigo o amiga a la hora de compartir sensaciones y vivencias. El consejo de un amigo es el mejor antídoto del estrés y la ansiedad que nos produce creer que no podemos superar una situación difícil.
4.- Los amigos contribuyen a que desarrollemos habilidades sociales. El contacto con otras personas de nuestro entorno hace posible que adquiramos destrezas y hábitos de comunicación como la facilidad de expresión, el manejo de los mensajes y la estrategia de la gestualidad a través del diálogo no verbal. La mirada en una u otra dirección, la sonrisa, la posición de nuestro cuerpo y de las manos, contribuye a nuestra formación personal en el entorno social.
5.- Los amigos son tan importantes que es necesario saber de quien nos rodeamos. En etapas adolescentes de los hijos, hay que observar especialmente con quien se relacionan, qué edades tienen, qué objetivos buscan, qué estudios cursan y qué proyecto de vida tienen. Hay que prestar mucha atención a las “amistades peligrosas” que pueden torcer la vida de un joven. Sin embargo, la relación amistosa en positivo dará a los niños y niñas alas para fomentar los afectos y desarrollarse mejor como individuos valiosos en el futuro. “Quien tiene un amigo, tiene un tesoro”