Un desafío con sabor agridulce: Carlos San José enfrenta la etapa más dura de su reto
Lo que prometía ser una jornada más en la aventura ciclista de Carlos San José, uniendo la localidad de Elche con la ciudad de Burgos, se convirtió en una verdadera prueba de resistencia y perseverancia. La cuarta etapa, que conectaba Cifuentes con Burgo de Osma, fue un cóctel de desafíos inesperados que puso al límite al intrépido ciclista.
Desde el inicio, el calor sofocante se presentó como el primer gran obstáculo. Con temperaturas por encima de lo habitual, el esfuerzo físico se multiplicó. Este clima extremo no solo afectó a Carlos, sino que también inutilizó su teléfono móvil, dejándolo incomunicado y sin la herramienta principal de navegación.
Pero el calor fue solo el comienzo. La etapa, que ya de por sí era exigente con dos puertos de montaña de 1ª categoría y más de 2.000 metros de desnivel acumulado, se complicó aún más por un error de ruta. La desorientación llevó a Carlos a enfrentarse a un puerto de montaña extra, elevando el desafío físico y mental a cotas insospechadas.
Un encuentro doloroso y un final reconfortante
Cuando parecía que la jornada no podía empeorar, un incidente surrealista añadió un toque de drama. Un abejorro, en un desafortunado giro del destino, se coló en la boca de Carlos, picándole y provocándole una hinchazón y dolor intensos que lo acompañaron durante toda la mañana. Este dolor se sumó a la fatiga y a la desorientación, haciendo de cada pedalada un acto de pura fuerza de voluntad.
A pesar de los contratiempos, la naturaleza volvió a regalarle a Carlos un momento de magia. Al igual que en etapas anteriores, la presencia de ciervos a su paso se repitió, un recordatorio de que, incluso en las jornadas más duras, hay belleza en el camino.
Carlos San José, con su boca dolorida pero su espíritu intacto, llegó a Burgo de Osma habiendo completado la que, hasta ahora, ha sido la etapa más dura y accidentada de su reto. Este desafío demuestra no solo su increíble forma física, sino también su capacidad de superación frente a la adversidad.
¿Qué nos deparará la próxima etapa de este apasionante reto? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: Carlos San José está listo para lo que venga.
