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Durante esta activación reforzada, se han llevado a cabo diferentes misiones aéreas defensivas, con la integración de medios aéreos, terrestres y navales
El noroeste de la península ha sido el escenario de la activación ‘Eagle Eye 25-02’, liderada por el Mando Operativo Aéreo (MOA) y bajo control operativo del Mando de Operaciones (MOPS). En esta activación, que se encuentra enmarcada dentro de las operaciones de presencia, vigilancia y disuasión, han sido activados medios del Ejército del Aire y del Espacio, del Ejército de Tierra y de la Armada, con el fin de integrarse de forma conjunta en el Sistema de Defensa Aérea nacional, maximizando la eficiencia de los medios participantes para garantizar la vigilancia y defensa del espacio aéreo de soberanía e interés nacional.
Para ello, se han llevado a cabo diferentes misiones aéreas defensivas —tanto de carácter específico como conjuntas— como respuesta a incursiones y movimientos de aeronaves no identificadas, a través de las que se ha conseguido mejorar el entrenamiento y la interoperabilidad de todos los medios participantes.
Por parte del Ejército del Aire y del Espacio, seis aviones Eurofighter del Ala 14 (Albacete) han desplegado en el Aeródromo Militar de Santiago en misión de Alerta de Reacción Rápida (QRA, por sus siglas en inglés). Durante esta activación, los cazas llevaron a cabo maniobras de combate aire-aire y misiones de interceptación, demostrando así su capacidad para responder rápidamente a amenazas potenciales. También se realizaron ejercicios de escolta y protección de activos estratégicos, subrayando la versatilidad y potencia de estos cazas en escenarios de combate simulado. Para cumplir esta misión, los pilotos desplegados han estado en servicio las 24 horas, preparados permanentemente para, en caso de ser activados, estar en el aire en el menor tiempo posible, según la situación.
Para que esta misión de vigilancia aérea pueda llevarse a cabo, es indispensable el trabajo del personal de apoyo y mantenimiento, asegurando que las aeronaves puedan estar en el aire en el tiempo estipulado. En total, han realizado 20 salidas en misiones QRA, lo que supone más de 30 horas de vuelo en misiones de defensa aérea. Con todo, La actuación del Ala 14 ha sido fundamental para evaluar la interoperabilidad con otras plataformas aéreas y terrestres, lo que ha fortalecido la cooperación y coordinación entre las diversas unidades presentes; y también ha contribuido a mejorar las tácticas y estrategias conjuntas en un entorno multiplataforma.
En cuanto al puesto de mando y control, se constituyó en el Centro de Operaciones Aéreas (AOC) para ejercer el mando táctico y el control táctico de las operaciones de vigilancia, policía del aire y defensa aérea del espacio aéreo de soberanía nacional. En caso necesario, este control se ha delegado las entidades integradas en el Sistema de Defensa Aérea (ARS/F-100/UDAAA).
Además, el Grupo Central de Mando y Control (GRUCEMAC) ha proporcionado, gracias a los enlaces Link, una visión total de la situación del espacio aéreo vigilado con la identificación, con los medios asignados, de las trazas para decidir, encada situación, la acción táctica oportuna. Además, desde el ARS, se han controlado y gestionado los distintos medios aéreos participantes en la activación, la vigilancia y la identificación del espacio aéreo y los parámetros de los radares pertenecientes al Sistema de Vigilancia y Control Aéreo con el objetivo de optimizar su empleo.
Ejército de Tierra y Armada: integración operativa
En cuanto al Ejército de Tierra, la Unidad de Artillería Antiaérea (UDAA) Cancerbero, desplegada en los alrededores de la localidad Coruñesas de Noia y de Santiago de Compostela, generada sobre la base del Mando de Artillería Antiaérea (MAAA), que ha gestionado su organización, y liderada por el Grupo de Artillería Antiaérea (GAAA) III/73 Patriot de Marines (Valencia). Está unidad mixta está formada por los sistemas de misiles antiaéreos Patriot y Hawk, unidades de misiles Mistral —tanto del MAAA como del Grupo de Artillería de Campaña XII)— y cañones 35/90, además de la Unidad de Transmisiones del MAAA y una unidad de protección de la fuerza (FP) del Batallón de Infantería I/29 “Zamora” de la Brigada “Galicia” VII. Todo ello ha supuesto la participación de unos 275 militares provenientes de distintas unidades terrestres ubicadas en diferentes puntos de la geografía española.
Durante el Eagle Eye 25-2, la UDAA ha cumplido con la misión encomendada, gracias a su permanente preparación y disponibilidad para garantizar la seguridad del espacio aéreo de interés nacional a través de estas actividades operativas de presencia, vigilancia y disuasión.
Por parte de la Armada, la fragata “Blas de Lezo” (F-103) ha contribuido a la vigilancia y defensa aérea del territorio nacional en aguas del océano Atlántico durante la activación Eagle Eye, con el principal cometido de contribuir activamente a la Defensa Aérea. Los diferentes equipos y sistemas existentes a bordo —entre los que destacan el Sistema de Combate AEGIS y el radar SPY-1D— no sólo garantizan la detección temprana de trazas aéreas, sino que también pueden enfrentar todas aquellas amenazas que puedan surgir, lo que ha permitido mantener el adiestramiento, así como evaluar la integración de los medios aéreos, navales y terrestres en situaciones de gran complejidad.
Concluye así la activación Eagle Eye 25-02, en la que han participado más de 1800 militares que han demostrado su alta preparación para garantizar la seguridad y defensa del espacio aéreo de soberanía nacional, las 24 horas del día, los 365 días del año. Con ello, se ha constatado la perfecta sincronía e interoperabilidad entre los sistemas participantes del Ejército del Aire y del Espacio, Ejército de Tierra y la Armada, lo que ha permitido mostrar su capacidad de integración total en el Sistema de Defensa Aéreo (SDA) y desarrollar sinergias para acometer acciones multidominio en el marco de las operaciones permanentes en territorio nacional.