La reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales ha sido un tema de debate en España, esta propuesta gubernamental, tiene ventajas e inconvenientes que abordaremos por su impacto en los trabajadores autónomos y pymes.
El panorama del emprendimiento en España, especialmente para los trabajadores autónomos, se encuentra marcado por una serie de desafíos que afectan su capacidad para iniciar y sostener negocios. Aunque el potencial de innovación y dinamismo del sector autónomo es indiscutible, factores como una fiscalidad elevada, una normativa compleja y un entorno burocrático pesado son obstáculos significativos que pueden desincentivar la creación de nuevos proyectos empresariales.
La carga impositiva en España, con un sistema que incluye el IVA, el IRPF y contribuciones a la seguridad social, es abrumadora para quienes inician un nuevo negocio. Esta situación se agrava si consideramos que los primeros años de actividad suelen estar marcados por la incertidumbre en cuanto a los ingresos. ya que los costos fijos se vuelven una carga pesada desde el principio.
Según las manifestaciones del Gobierno, la reducción de jornada contribuirá a la mejora de la calidad de vida de los trabajadores, esta situación favorecerá indirectamente al sistema de salud español, por rebajar sustancialmente las atenciones médicas debidas a la reducción del estrés, asegurando que esa reducción, hara que haya más productividad empresarial, además al reducirse las horas de trabajo, obligará a los autónomos y pymes a contratar mas personal
Esta visión bucólica de la actividad laboral, (que por cierto comparten los sindicatos y se posiciona la totalidad de la patronal en contra) acarrea una serie de inconvenientes que intentare hacerlos patentes :
Para los autónomos y muchas empresas, especialmente pequeñas y medianas, reducir horas significara un aumento en los costos laborales porque necesitaran contratar más personal o pagar horas extras. Además, no todas las empresas pueden implementar una reducción de horas de la misma manera. Sectores como el comercio o la hostelería podrían sufrir más que otros, lo que podría generar tensiones en el mercado laboral. Y si abordamos el colectivo de autónomos, nos encontramos con que, bajar la jornada laboral podría traducirse en una reducción de ingresos. Muchos autónomos trabajan largas horas para lograr el equilibrio entre ingresos y gastos, y limitar su tiempo podría hacer más difícil cubrir los costos operativos, puesto que dependen directamente de sus ingresos y reducir la jornada laboral podría implicar una disminución en sus ganancias. Esto es especialmente preocupante para aquellos que no cuentan con un flujo constante de clientes.
Por lo tanto, en lugar de implementar medidas que no favorecen el sector de las pymes y autónomos en España ( que suponen el 90% del PIB) se debieran implementar una serie de medidas que a continuación describo. Previamente al estudio de cualquier ley que modifique los horarios de trabajo de la masa obrera, se debiera producir:
- Reducir la burocracia mediante la implementación de un sistema más ágil y accesible podría liberar a los emprendedores de cargas innecesarias. La creación de ventanillas únicas donde se centralicen todos los trámites.
- La oferta de reducciones impositivas durante los primeros años de actividad, como exenciones en el IVA o el IRPF, permitiría reinvertir en sus negocios. Además, un régimen fiscal más favorable para las pequeñas y medianas empresas, mediante la asimilación del pago de impuestos por beneficios, eso sería importante para fomentar el ecosistema empresarial.3. Promover ayudas y subvenciones para emprendedores, así como facilitar el acceso a financiación en condiciones favorables, podría mitigar el riesgo financiero asociado al inicio de una nueva actividad.
4. Cambiar la percepción social y la narrativa sobre los autónomos, dándoles un reconocimiento valorado como creadores de empleo y de riqueza, podría contribuir a crear un ambiente más favorable para el emprendimiento.