A Solas Con Nosotros

Nos vendría bien quedarnos a solas con nosotros de vez en cuando y mirarnos desde dentro para ver con quién nos encontramos.

A veces, de forma inconsciente permanecemos

un buen rato ensimismados en nuestros pensamientos, tratando de descubrir cómo hemos gestionado nuestra existencia, qué factores han influido para haber llegado a ser lo que somos y qué comportamientos han marcado nuestra actual realidad, hasta llegar a ser lo que somos.

Lo hacemos atendiendo a la íntima necesidad de abrir una espita que nos permita liberar presiones emocionales, traumas y angustias.

Del modo de analizar estos factores, acciones y comportamientos dependerá el resultado de nuestra íntima reflexión.

Posiblemente lleguemos a creer que los éxitos obtenidos, por muy insignificantes que estos hayan sido son producto de nuestra inteligencia y los fracasos fueron consecuencia de las acciones a las que nos sometieron circunstancias ajenas a nosotros. Aqui entran en juego la egolatría, autosuficiencia, autocomplacencia y, sobre todo, un exagerado egocentrismo.

Es lo que muchos   necesitan creer, que los triunfos fueron gracias a su agilidad mental y los fracasos culpa de la acción maligna de los demás.

Todas nuestras decisiones tuvieron, al menos, dos posibles elecciones. Tomar una de ellas nos condujo a un destino, más si hubiésemos tomado la otra dirección, jamás hubiésemos sabido cual hubiera sido el resultado…

Nos jugamos la vida a cara o cruz, a par o impar, y a veces con nuestra decisión implicamos a otras personas, que a su vez tuvieron que elegir, estableciéndose un entramado de caminos, como un laberinto, del que nadie sabe cuál es el que nos conducirá a la meta deseada.

El destino final será consecuencia de haber acertado en aquellas decisiones marcadas en nuestro libro de ruta, aunque a veces fueron otros los que tomaron decisiones.

Resulta que al final de nuestra vida, tras un somero análisis sacamos la siempre recurrente conclusión, que ha sido la Diosa Fortuna la que a modo de magnífico GPS nos fue guiando por cada uno de los caminos que la vida nos fue poniendo delante, a veces sin previo aviso, a veces accidentalmente, otras por decantación natural.

Nadie sabe lo que pudo depararnos el destino, sólo lo sabremos cuando lleguemos a pocos metros de la meta, pero para en ese momento ya será tarde, porque ya no tendremos la posibilidad de manejar el timón, ni el espacio para realizar la maniobra.

Enrique García-Moreno Amador

Presidente del Ateneo de Ocaña

Escritor y amante de Ocaña y su historia

Tags: El Atril de Enrique García-Moreno

El Consistorio Digital no se responsabiliza del contenido de los artículos remitidos o de opinión, siendo cada autor responsable de sus propias creaciones.

Enrique García-Moreno Amador

Puedes comprar mis libros en:

Librería Rubiales, Ocaña.

Libros a la venta:

– El Señor de Ocaña

– Ocaña, tres mujeres, tres culturas.

– El secreto de Celestina

– Ocaña 3000 años de historias

También te puede interesar

Noticias similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.
Tienes que aprobar los términos para continuar