El Salón de Plenos del Ayuntamiento de Daimiel se vistió de gala este lunes para rendir un merecido homenaje a seis trabajadores municipales que han culminado su trayectoria profesional. El acto, enmarcado en la reciente celebración de San Rita, patrona de la administración local, reconoció la dedicación y el servicio de estos funcionarios y empleados que han alcanzado su jubilación durante el último año.
El evento contó con la presencia de la Corporación Municipal, encabezada por el alcalde, Leopoldo Sierra, quien presidió la emotiva ceremonia. Durante la misma, se hizo entrega de una placa conmemorativa y un diploma a los homenajeados: Manuel Ángel González-Mohíno Jiménez de los Galanes, Pilar Campillo Torres, Rosario González de la Aleja Pozuelo, Pilar Vázquez de Ágredos Valero, Josefina Villegas Negrillo y Juan Manuel Granados de las Morenas. Este gesto simboliza el profundo agradecimiento del Ayuntamiento y de los vecinos de Daimiel por los años de servicio prestados.
Un Legado de Compromiso y Profesionalidad
El alcalde, Leopoldo Sierra, no escatimó en elogios al referirse a los jubilados, subrayando su “entrega, compromiso, dedicación y vocación”. Hizo especial hincapié en la “vocación”, calificándola de “necesaria para el personal que está cara al público en las administraciones”. Sierra valoró su “responsabilidad, entrega y profesionalidad” y expresó su profunda gratitud, respeto y cariño hacia cada uno de ellos. “Me habéis permitido recorrer este camino juntos, ha sido un honor”, reconoció el primer edil, extendiendo este orgullo a toda la comunidad de Daimiel. Concluyó deseándoles una nueva etapa llena de disfrute junto a sus familias y en su vida personal.
Previamente, José Carlos García-Consuegra, presidente de la Junta de Personal, felicitó a los homenajeados, destacando su labor profesional y su vocación de servicio público, una labor que, aseguró, “ha beneficiado a la ciudad de Daimiel”. También agradeció su compañerismo y les deseó lo mejor en su nueva etapa.
Nuevas Etapas Personales, Recuerdos Imborrables
Los homenajeados compartieron sus impresiones y planes para esta nueva fase de sus vidas.
Rosario González de la Aleja, ‘Chari’, quien trabajó en las conserjerías escolares, admitió que aún le cuesta pasar por el CEIP La Albuera. “Vivo enfrente de la escuela, los niños me saludan desde el recreo”, explicó, destacando lo gratificante que fueron sus casi cuatro décadas de labor: “He estado muy a gusto”.
Juan Manuel Granados, ‘Manolo’, conserje del CEIP San Isidro, mantiene un fuerte vínculo con el centro. “Sigo echando de menos mi colegio y mis chicos, cuando puedo hago una visita para saludar a alumnos y profesores”, confesó. Entre sus planes personales, mencionó pasar más tiempo con su nieta y su futura nueva llegada: “además ahora voy a ser abuelo otra vez, con eso tengo bastante”, bromeó. Su implicación en la Asociación de Vecinos del Barrio de San Isidro también ocupa su tiempo.
Josefina Villegas, ex coordinadora de Cultura, rememoró su trayectoria iniciada en 1986. “He disfrutado mucho trabajando y luchando por la cultura de Daimiel”, afirmó. Entre sus logros, destacó su participación en la creación del Archivo Municipal y su dedicación a los servicios culturales: “Lo hice como si fuera mío”.
Desde el área de limpieza, Pilar Vázquez de Ágredos expresó lo que más extraña: “el día a día, hablar con ellos y contarnos nuestras cosas, era muy familiar”. Se mostró satisfecha con su trabajo: “He hecho mi trabajo muy a gusto y he tenido muy buenos compañeros y compañeras”.
Manuel Ángel González-Mohíno, de Intervención municipal, finalizó 41 años de servicio. Subrayó el vínculo con su equipo, “con compañeros que seguirán siendo amigos para toda la vida”, reconociendo el valor del trabajo colectivo y sus últimos meses asumiendo funciones de Interventor.
Finalmente, Pilar Campillo Torres, anterior secretaria del Ayuntamiento, también recibió su merecido reconocimiento en este emotivo acto.
Con este reconocimiento, el Ayuntamiento de Daimiel reafirma un año más su agradecimiento a todo el personal municipal al concluir su etapa laboral, deseándoles lo mejor en esta nueva y merecida etapa personal.
