Le voy a contar cosas del barrio que menciona el título de este artículo, con el que estoy muy unido desde niño. Entonces viví en casa de mis padres en el Complejo Residencial Vistahermosa en la época de su máximo esplendor, todo estaba nuevo por estrenar. Ya casado paso muchos veranos en un chalet cerca de la iglesia de la parroquia de la Santísima Cruz. Ya ve que este barrio ha sido y sigue siendo mi refugio.
Originalmente conocido como Vistahermosa de la Cruz, el barrio debe su nombre a una cruz de piedra que marcaba un hito en la zona. Este lugar, también punto de encuentro como parada de tranvías, formaba parte del camino hacia la Huerta de Alicante y era (y sigue siendo) recorrido por cientos de miles de peregrinos en su trayecto al Monasterio de la Santa Faz, con estaciones de Vía Crucis. Permita un dato a destacar. La Romería de la Santa Paz es la más numerosa de España después de la del Rocío. Este monasterio alberga un lienzo de tela con la cara de Jesús al secársela con él camino del calvario, reliquia muy venerada por los alicantinos.
Durante el siglo XX, Vistahermosa experimentó un crecimiento significativo. En 1929, el arquitecto Juan Vidal Ramos planificó la ordenación del Barrio Obrero de Vistahermosa, una iniciativa que surgió como alternativa al Ensanche y se acogió a la legislación de casas baratas. Este proyecto buscaba ofrecer viviendas asequibles y mejorar las condiciones de vida de los trabajadores.
En 1966, se construyó el Complejo Residencial Vistahermosa, una urbanización proyectada por Juan Antonio García Solera que incluyó 19 edificios de diversas alturas y un total de 426 viviendas. Este complejo fue una de las primeras actuaciones urbanísticas importantes en la zona y contribuyó al desarrollo del barrio como una ciudad autónoma con todo tipo de equipamientos y servicios. Con multitud de establecimientos comerciales como supermercado, panadería, estanco, farmacia, peluquería, heladería, caja de ahorros, …, además de restaurante e iglesia, junto con zonas ajardinadas y de ocio como piscina, pistas de tenis, polideportiva y petanca, ya ve, era una ciudad dentro de la ciudad.
El barrio era y es zona de chalés, grandes como el del Marqués de Molins, y más pequeños. Un vergel dentro de la ciudad con jardines y arbolado de propiedad privada. A su vez, destaca el pulmón verde de la pinada de la sierra Grosa plantada originariamente por los Jesuitas, protagonista en la ciudad al estar en su término municipal en medio de un barrio al que le da personalidad.
Este también es conocido por su pasado deportivo. Desde los años 40 se disputaron carreras de motos, también de coches, en un circuito urbano por la carretera que rodea la Sierra Grosa o de San Julián. Estas competiciones, que contaron con la participación de pilotos destacados como Ángel Nieto, se celebraron hasta 1970 y atrajeron a miles de espectadores.
Y contar de todo esto, ¿por qué, hay algún motivo? Ahora se lo digo, no se apure. Ana, una feligresa de la parroquia de la Santísima Cruz me pidió que hiciera un escrito sobre el barrio de Vistahermosa de la Cruz porque este fin de semana celebran sus fiestas, conociendo mi afición por escribir recuerdos del Alicante de antaño cuando fui cronista en el Alicante Plaza durante cinco años o cuando escribo ahora de este tema como columnista en mi atril del periódico El Consistorio Digital.
Desde su púlpito, D. Miguel, párroco de esta parroquia, también nos ha recordado esta fiesta en misa en domingos anteriores, animando a su participación y a disfrutar juntos de un buen rato. Púlpito desde donde manifiesta la fe en Cristo, el hijo de Dios, y exhorta a sus feligreses, mayoritariamente jóvenes, en hacer comunidad, hacer equipo como se diría en el mundo empresarial. Ser una piña, todos a una, para pasarlo bien, pero también para afrontar juntos el devenir cotidiano.
Por cierto, esta iglesia – pequeña y entrañable – guarda un tesoro artístico, un cuadro de la Inmaculada pintado por el afamado pintor alicantino Gastón Castelló. También tiene un tesoro religioso con mucha devoción por cristianos de diversos lugares de España que vienen a rezarle: una preciosa talla de la Virgen de Fátima.
En resumen, Vistahermosa de la Cruz es un barrio con una rica historia que refleja la transformación de Alicante a lo largo del tiempo, desde sus orígenes rurales hasta convertirse en una zona urbana con una amplia oferta de servicios y una destacada calidad de vida. Por serlo, en una de sus casas se refugió María Espinosa de los Monteros, líder del feminismo moderado, por razones de salud al tener una enfermedad pulmonar. En 1918 fue fundadora de la Asociación Nacional Mujeres Españolas, junto a Clara Campoamor o María de Maeztu, a su vez presidió el Consejo Feminista Español, además de dar conferencias sobre este tema por todo el territorio nacional. Manuel Martínez López la menciona en su libro “Barrios de Alicante” al narrar sobre el barrio al que se refiere este artículo.