A finales de 2008 el Consejo de la Unión Europea acordó el establecimiento de la operación militar marítima EUNAVFOR ‘Atalanta’ para contribuir a la disuasión y prevención de los actos de piratería y actos ilícitos frente a las costas de Somalia. Con el tiempo, el mandato de la EUNAVFOR se ha adaptado para reflejar la evolución de la situación en la región y el aumento de la presencia de la comunidad internacional, hasta convertir la operación en un proveedor de seguridad marítima en el océano Índico noroccidental.
En este contexto, España ha contribuido con medios navales de forma permanente para colaborar con la estabilidad regional en una zona estratégica vital para los intereses nacionales.
En la actualidad, la fragata ‘Reina Sofía’ participa en esta operación, y su comandante —capitán de fragata Salvador Moreno Regil— nos presenta un balance de su experiencia en la operación.
La Operación ‘Atalanta’ se aprueba en 2008, y el Cuartel General de la UE en Rota asume el mando en 2019, qué implica este liderazgo?
España es el país anfitrión del Cuartel General Operativo (OHQ) de la Operación ‘Atalanta’, y esto tiene una gran relevancia para el liderazgo de nuestro país en el ámbito internacional. Desde Rota, bajo el mando de un vicealmirante español, se ejerce el mando estratégico y la planificación de las operaciones, así como la dirección de todas las unidades desplegadas. Este mando muestra el compromiso de España con la seguridad de rutas marítimas estratégicas para el comercio global, la protección de buques del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la estabilidad en el Cuerno de África. Sin duda, el liderazgo de ‘Atalanta’ incrementa el prestigio de nuestras Fuerzas Armadas, además de reforzar la formación y experiencia internacional de los militares españoles. Asimismo, ‘Atalanta’ es una magnífica oportunidad para mostrar las altas capacidades de unidades navales y medios propios (aviones, drones, etc.) de fabricación nacional.
¿Cuáles son los principales cometidos y misiones de la fragata `Reina Sofía´ en Atalanta?
Nuestros cometidos se pueden dividir en cuatro grandes grupos: asegurar la libre navegación en el océano Índico occidental, una zona compleja, inestable e inmensa —varios “mares Mediterráneos”—; proteger a los buques del Banco Mundial de Alimentos, que hacen una labor muy necesaria; apoyar a las fuerzas regionales que puedan asegurar, en un futuro y por sí mismas, la libertad de navegación; y, el más conocido de nuestros cometidos: la disuasión, prevención y, llegado el caso, acción contra la piratería en la zona.
La manera en la que llevamos a cabo estos cometidos desde el barco es muy variada, y hay que subrayar que realizamos nuestros cometidos en un pequeño espacio de tan solo 140 metros donde vivimos 226 personas, y que nos auto sostenemos frente a la interminable costa de Somalia. Esto nos obliga a mostrar nuestra presencia en los puntos clave; y, cuando se da un aviso de que se ha cometido un acto de piratería, todos —la fragata, su helicóptero, su dron, su equipo de operaciones especiales y, lo más importante, su dotación— estamos permanentemente preparados para actuar y liberar el barco que ha sido atacado. Y todo ello sin olvidar que el efecto deseado de la fragata ‘Reina Sofía’ en Atalanta es colaborar para que Somalia enfrente la piratería de forma autónoma.
España contribuye a la operación ‘Atalanta’, además de con su fragata, con el destacamento ‘Orión’, ¿cómo se complementan?
Aquí vuelve a ser clave el inmenso tamaño de la zona de operaciones. Cubrir toda esa área con un solo barco no es posible, y contar con un avión de vigilancia marítima supone un notable aumento de las capacidades, especialmente a la hora de buscar un barco de los piratas en el menor tiempo posible. Una vez localizado por el avión, la fragata puede centrar y hacer mucho más efectiva su búsqueda y, por tanto, llegar lo antes posible al lugar donde haya que actuar.
Durante la navegación, realizan actividades de cooperación militar con las Marinas regionales
Como hemos señalado, uno de los grandes cometidos de la fragata y de la propia operación es la creación de una arquitectura de seguridad marítima regional que sea capaz de proporcionar, de forma autónoma, seguridad y libertad de navegación en la zona. Por ello, cuando entramos en alguno de los puertos de la zona, realizamos adiestramientos conocidos como Local Maritime Capacity Building, cuyo objetivo es compartir nuestros procedimientos para incrementar la seguridad marítima. También realizamos estas actividades con las fuerzas del Gobierno federal de Somalia, durante las patrullas que realizamos en frente de las costas del país.
Además de la operación ‘Atalanta’, en esta zona operan otras fuerzas navales ¿cómo se relacionan y coordinan?
Efectivamente, además de las fuerzas de la Unión Europea, navegan buques de Estados amigos de forma independiente o integrados en distintas Coaliciones Internacionales. Todos estos actores tienen diferentes enfoques, desde la lucha contra la piratería, contra los tráficos ilícitos o contra el terrorismo transnacional hasta escoltas de buques civiles vulnerables, entre otros objetivos. Aunque cada uno desarrollamos nuestros cometidos, es fundamental obtener sinergias, al menos en el intercambio de información que pueda servir al otro. En este maremágnum de operaciones y fuerzas navales, ‘Atalanta’ es una operación de prestigio que aborda la piratería de forma integral y con resultados tangibles, además es la que opera más cerca de la costa de Somalia, por lo que proporcionamos una información de gran utilidad para todos.
Finalmente, en estos 16 años de despliegue, ¿cuáles han sido los principales logros de la misión?
Sin duda, el principal logro ha sido garantizar la seguridad marítima en el entorno del Cuerno de África, por el que transcurre una de las principales vías de comunicación y comerciales del mundo. Sin embargo, es importante subrayar que la piratería fue derrotada, pero no ha desaparecido y puede desarrollarse en cualquier momento, ya que el gran problema estructural que dio origen al fenómeno de la piratería entre el 2008 y el 2012 sigue intacto: Somalia no tiene aún capacidad de controlar su propio territorio ni su espacio marítimo de soberanía, y sigue sufriendo amenazas como el terrorismo yihadista, la pobreza endémica o la sequía, entre otros.
En los últimos 18 meses se han producido actos de piratería, que aún podemos considerar eventos aislados, pero que son un indicador real de que el fenómeno sigue presente. Por ello, y para evitar que se incremente esta amenaza, los buques de la Operación Atalanta seguimos muy comprometidos con el Gobierno de Somalia, que nos autoriza a navegar por sus aguas territoriales, y también con los líderes locales. Además, en nuestra continua interacción con representantes locales, podemos percibir que la inmensa mayoría rechaza la piratería. Todo ello nos permite tener una visión integral de la situación. Desde nuestro respeto y compromiso con Somalia y con el desarrollo local y regional, la Operación ‘Atalanta’ sigue siendo muy necesaria, tanto para mantener la lucha contra la piratería como para apoyar, con sus capacidades, al desarrollo de los diferentes Estados de la región.