Cientos de personas se congregaron ayer en el Cementerio Municipal de Daimiel para honrar a sus seres queridos en una jornada marcada por el recuerdo, las flores y el afecto en el tradicional Día de Todos los Santos.
Desde las siete y media de la mañana, el camposanto abrió sus puertas para recibir el incesante flujo de daimieleños que, como cada año, acudieron a visitar y adecentar los sepulcros de sus difuntos. La afluencia se mantuvo constante, si bien se registraron las horas punta entre las 12:30 y las 14:00 horas y de 16:00 a 18:00 horas, según detalló Pedro Moya, responsable del cementerio.

💐 Historias y Tradición
El ambiente en el cementerio era un tapiz de emociones y gestos de cariño. Los visitantes se acercaban con cestos de flores traídas de casa o las adquirían en el puesto habilitado a la entrada. El camposanto se llenó del sonido de las historias compartidas por los familiares, el eco de las risas de los más pequeños y el raspar de los cepillos al limpiar las lápidas, un ritual de cuidado y memoria.
El trabajador municipal, Pedro Moya, quiso destacar y agradecer la «buena conducta» y la «responsabilidad» mostrada por los vecinos de Daimiel durante la jornada conmemorativa, un comportamiento que calificó de «bastante considerable».

🙏 Misa de Difuntos: Un Acto de Fe y Recuerdo
La conmemoración continuará hoy, domingo 2 de noviembre, con la tradicional Misa de Difuntos.
- Lugar y Hora Principal: Patio de Santa Mónica a las 10:30 horas, siempre que las condiciones meteorológicas sean favorables.
- Alternativa por Lluvia: Si la lluvia hiciera acto de presencia, la eucaristía se trasladaría simultáneamente a las iglesias de Santa María y San Pedro, con hora de comienzo a las 11:00 horas.
El Día de Todos los Santos en Daimiel ha vuelto a ser una emotiva manifestación de la pervivencia del recuerdo y la importancia de la memoria colectiva en la localidad.


















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