El artista Manuel Minch realiza una propuesta de arqueología invertida, en la que los hallazgos en torno de la cueva vuelven a quedar ocultos.
La exposición, que se podrá visitar en el edificio principal hasta finales de septiembre, continúa la línea de trabajo alrededor de los vínculos de Altamira con la creación contemporánea.
El Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, museo estatal dependiente del Ministerio de Cultura, acoge la exposición ‘umbra.’, del artista Manuel Minch, que se podrá visitar en el edificio principal hasta finales de septiembre de 2025.
La exposición, organizada junto a la Galería Juan Silió, profundiza en la línea de trabajo llevada a cabo desde el Museo de Altamira en torno a la creación contemporánea y sus vínculos con Altamira.
En palabras de Pilar Fatás, directora del Museo de Altamira, “se han cumplido ya cinco años de colaboración con la Galería Silió, con la que se ha acercado Altamira a una nueva generación de artistas jóvenes, con propuestas artísticas específicas creadas para la ocasión. Fruto de esta colaboración también han sido algunas adquisiciones de arte contemporáneo para la colección permanente del museo, que enriquece más, si cabe, el patrimonio que alberga”.
En esta muestra, el artista profundiza en la tensión entre lo visible y lo latente, en lo que podemos considerar una poética de la revelación que consiste en desvelar huellas ocultas de la presencia humana. Se trata de una reflexión sobre lo que queda al margen de nuestra percepción, abordando lo efímero y lo permanente, ampliando lo individual hacia lo colectivo.
Una propuesta de arqueología invertida
En esta ocasión Manuel Minch presenta una propuesta personal centrándose en la arqueología y el pensamiento científico. No obstante, en “umbra.” se ocultan los hallazgos arqueológicos, en un proceso inverso al de la arqueología científica. En vez de desenterrar, identificar y dar significado, en Altamira Minch entierra y vela o sella.
El artista, a partir de materiales recogidos en el entorno natural de la cueva de Altamira, crea un espacio lleno de posibilidades veladas, libre de la rigidez científica, que dirija la compresión del visitante. La interpretación de estos restos enterrados apenas reconocibles se convierte en una experiencia propia, privada e incomunicable. Se trata de una excavación sin hallazgo claro, en la que los objetos se preservan ocultos y se propone aprehender el entorno sin dominarlo.
De esta forma, este recorrido expositivo es, en fin, una propuesta de arqueología invertida. El público debe buscar el sentido, siendo consciente de que siempre hay algo que se escapa a nuestra comprensión.
Biografía del artista
Manuel Minch es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Castilla-La Mancha (2011) con Máster de Investigación en Arte y Diseño en la Universidad Autónoma de Barcelona (EINA). Ha participado en proyectos expositivos entre los que destacan Asepsia (Galería Juan Silió) ARCO Madrid, Cargo (Galería Juan Silió) Bahía: Un litoral como ágora (Dilalica), Indoor images (Pas une Orange, Barcelona), ExoGallery (EP7, París), Symbole (Hinterland, Viena). También ha participado en residencias, talleres y presentaciones como Merz Akademie ( Stuttgart) Jornadas Cráter (Sala de Arte joven, Madrid) Das Weisse Haus (Viena), Hash Award (ZKM, Karlsruhe) y Web Residencies #2 ( Akademie Schloss Solitude, Stuttgart), entre otros. Sus textos y proyectos han sido publicados en revistas y medios de divulgación como Cita previa (Blueproject foundation), Continent.cc (Palacio de Bellas Artes de Viena), Schlossghost (Akademie Schloss Solitude) y Masters of Media (Universidad de Ámsterdam).