Este nuevo objeto procede de la colección del MARQ, que ha cedido con el beneplácito de sus propietarios, los herederos de Jerónimo Ferriz, al MUVI por tres años
La muestra que ofrece el Museo de Villena (MUVI) ha crecido con la incorporación a su exposición de un mortero de bronce del siglo XIII, procedente de una farmacia en plena etapa árabe del sur de la península, aunque no se descarta que acabara como objeto ornamental. Esta pieza, que se encontraba en el Museo Arqueológico Provincial de Alicante (MARQ), es propiedad de los herederos de Jerónimo Ferriz, quienes han accedido a su cesión durante tres años al Museo de Villena, según han comentado hoy el alcalde de Villena, Fulgencio Cerdán, y la edil de Cultura, María Server.
Como ha indicado la directora del MUVI, Laura Hernández, la pieza está considerada como una de las más importantes de la etapa islámica en la península, un ejemplar extraordinario que destacada por su elaboración, que incluye una doble epigrafía cúfica y nesjí. Este mortero tiene un importante interés histórico porque ayuda a contextualizar la etapa islámica en Villena.
El alcalde ha señalado que la incorporación de esta pieza tan especial dota al MUVI de nuevos atractivos, puesto que la incorporación de este objeto tiene un fuerte atractivo a nivel internacional por el valor histórico y patrimonial que se le otorga. Todo ello refuerza la capacidad de atraer visitantes, que han ido creciendo desde su apertura.
Al respecto, la concejala de Cultura, María Server, ha señalado que con este convenio firmado con la familia de Jerónimo Ferriz y el propio MARQ se demuestra que el Museo de Villena está activo, tiene ambición y una clara hoja de ruta para convertirse en un centro cultural y de exposición de primer orden, como se está logrando dentro del mapa de museos de España.
Jerónimo Ferriz fue un agrónomo y un amante de la etnografía que se encargó de recoger materiales y objetos de todas las épocas, creando una de las colecciones más importantes de España. De manera altruista, esta figura histórica de Villena donó todo su legado al Museo de Villena, y puso a disposición del Ayuntamiento el inmueble de la electro-harinera, donde hoy ubica el MUVI, adquirido por el consistorio en el año 2000. En la actualidad, la sala etnográfica del museo lleva su nombre.