El proyecto ASTERO ha sacado a la luz uno de los complejos termales más monumentales de Hispania
El yacimiento de La Alcudia alberga los restos de la antigua ciudad romana de Ilici, una colonia de gran relevancia en el sureste peninsular, ubicacada entre Carthago Nova (Cartagena) y Valentia (Valencia), con una doble fundación en la segunda mitad del siglo I a.C: la primera decidida por Julio César y realizada tras su muerte y la segunda, de época del emperador Augusto que repartió tierras a soldados veteranos de las Guerras Cántabras.
Por su parte, el vicerrector de Investigación de la Universidad de Alicante, Juan Mora Pastor, ha señalado su satisfacción por los excelentes resultados del proyecto ejecutado por el equipo del profesor Molina: “Durante todo este tiempo, los investigadores del Instituto de Investigación Arqueológica y Patrimonio Histórico de la UA (INAPH) han trabajado con rigor, compromiso y vocación de servicio público para conocer, estudiar, recuperar y proteger un conjunto patrimonial de enorme valor como son las Termas Orientales de Ilici. Este esfuerzo colectivo no solo ha generado conocimiento científico de primer nivel, sino que ha devuelto a la sociedad un pedazo esencial de su historia.”
Durante los siglos III y IV d.C., las termas sufrieron un progresivo deterioro y abandono, probablemente vinculado a problemas socioeconómicos y al descenso poblacional. No obstante, en los siglos finales del Imperio Romano, se acometieron restauraciones parciales que redujeron su tamaño y funcionalidad, hasta su abandono definitivo entre los siglos V y VI d.C.
Además del complejo termal, el equipo arqueológico ha excavado un importante tramo de calle de 55 metros de longitud, con su alcantarillado, accesos a edificios y pavimentación. Este hallazgo permite reconstruir parte de la red viaria de Ilici y rastrear su transformación desde época ibérica hasta la etapa visigoda.
Uno de los descubrimientos más sorprendentes ha sido la detección, bajo los niveles romanos, de un barrio íbero datado en el siglo III a.C, lo que indica las extraordinarias dimensiones del establecimiento ibérico antes de la creación de la colonia romana.
La campaña de 2025 pone fin al ciclo de excavaciones financiado por la Universidad de Alicante y con apoyo económico del Ayuntamiento de Elche. El futuro del proyecto queda ahora en manos de nuevas autorizaciones administrativas y del compromiso institucional para su protección y puesta en valor.
Por el momento, se ha procedido a proteger los restos visibles mediante mallas antihierba y gravas de colores, permitiendo que el público pueda visitarlos libremente en superficie, a la espera de futuras cubiertas protectoras.
“Ahora comienza una nueva etapa, centrada en la publicación científica de los resultados y en la musealización del conjunto arqueológico, para que la ciudadanía pueda conocer y disfrutar de este patrimonio único”, concluye Molina.