La villa de Ocaña se vistió de fiesta este pasado fin de semana, culminando el 15 de mayo con la devoción a su patrón, San Isidro Labrador. Una celebración que fusiona siglos de tradición con una fervorosa fe, demostrando una vez más el profundo arraigo de esta festividad en el corazón de los ocañenses.
La conmemoración comenzó el domingo 11 de mayo con el pregón de las fiestas en la ermita de San Isidro, a cargo de D. Vicente López Jiménez, cuyas palabras resonaron con profundo sentimiento entre los asistentes. Fue un honor para muchos, incluido un servidor, tener la oportunidad de inmortalizar el momento con una fotografía junto al pregonero. Tras el pregón, las reinas y damas de las fiestas ofrecieron a San Isidro las preciosas rosas cultivadas con esmero por las Hermanas Clarisas del Convento de Santa Clara, un gesto que resalta la unión entre la fe y la comunidad. El mismo día se llevó a cabo la emotiva ofrenda floral, un desfile de devotos ataviados con trajes típicos que caminaron con júbilo hacia la ermita, llevando flores para su patrón.
El sábado 10 de mayo, la rondalla La Alegría brindó un espectáculo en la ermita, animando al público con su música y bailes, creando un ambiente festivo que envolvió a todos. La jornada culminó con una rifa, que se llevó a cabo a través de las reinas y damas, generando emoción entre los asistentes.
El viernes 16, la festividad continuó con una jornada de tradición y cultura, donde el grupo Faltriquera deleitó a los presentes con bailes típicos que celebraron las raíces culturales de Ocaña. La noche terminó con el DJ Remember Tributo 2.4, que hizo bailar a todo el público que asistió, cerrando la velada con mucha energía y alegría.
El miércoles 14 de mayo se realizó el rezo del Rosario de la Virgen de Fátima y el reparto de zurra en la ermita. Fue una delicia poder probar la zurra que amablemente me ofrecieron los padres de las damas y reinas de Ocaña, un gesto que me hizo sentir aún más parte de la celebración.
El jueves 15 de mayo, día grande de San Isidro, la fe de Ocaña se desbordó en las calles con la procesión de la imagen del patrón. La comitiva fue acompañada por los sones alegres de la rondalla local, creando un ambiente de gran alegría y devoción. Previamente, en la ermita, se celebró la solemne función religiosa donde se veneró la imagen de San Isidro. Durante mi visita, tuve el privilegio de conocer la ermita y contemplar sus distintas imágenes, un momento de profunda conexión espiritual. Por la tarde, se ofreció una charla sobre «Fe, trabajo y milagros» a cargo de D. José María Sáez-Bravo Díaz-Carralero, en la ermita.
El sábado 17 de mayo, las labores de bordados y mantillas ocuparon la mañana, seguidas de un concurso de tortillas en la explanada de la ermita. Por la noche, la rondalla «La Amistad» de Ocaña ofreció un concierto. La jornada culminó con una degustación de migas solidarias y una verbena a cargo del grupo Ares.
El domingo 18 de mayo se realizó el sorteo de rifa de las papeletas vendidas en los diversos actos a beneficio de la Hermandad.
Una Historia de Fe y Superación
Es importante recordar que la Hermandad de San Isidro de Ocaña cuenta con una rica historia que se remonta al siglo XVI. A lo largo de los años, ha superado desafíos, como la destrucción de su antigua imagen durante la Guerra Civil, demostrando la inquebrantable fe de los labradores y la comunidad que, poco a poco, levantó de nuevo la hermandad y adquirió la imagen que hoy se venera.
La celebración de San Isidro en Ocaña es un recordatorio de la profunda conexión de la comunidad con sus raíces agrícolas y su fe. Una jornada que, más allá de la devoción, es un punto de encuentro para el disfrute y la reafirmación de la identidad ocañense.
Agradecemos sinceramente a la Hermandad de San Isidro de Ocaña por compartir las fotografías que han permitido la publicación de esta noticia en nuestro medio digital. ¡Que la alegría de San Isidro siga bendiciendo a Ocaña
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