La Asociación de Consumidores y Usuarios de Valdemoro (ACUSVAL) ha detectado un incremento de intentos de fraude a través de las redes sociales por lo que cree necesario alertar a los consumidores sobre estas prácticas para aprender a detectarlas y evitar las estafas:
* Smishing es una técnica que consiste en el envío de un SMS por parte de un ciberdelincuente a un usuario simulando ser una entidad legítima -red social, banco, institución pública, etc. -con el objetivo de robarle información privada o realizarle un cargo económico. Generalmente el mensaje invita a llamar a un número de tarificación especial o acceder a un enlace de una web falsa bajo un pretexto, como la entrega de un envío postal. Hay que tener especial cuidado con mensajes que piden que confirmemos nuestra cuenta bancaria ‘porque ha habido un problema’ y a través de un enlace nos dirigen a una página web falsa.
* Phishing un conjunto de técnicas que persiguen el engaño a una víctima ganándose su confianza, mediante el envío de correos electrónicos, haciéndose pasar por una persona, empresa o servicio de confianza (por ejemplo, un banco, la Agencia Tributaria o la DGT), para conseguir información confidencial de forma fraudulenta como puede ser una contraseña o datos sobre tarjetas de crédito u otra información bancaria.
* Vishing es una práctica fraudulenta que consiste en el uso de la línea telefónica convencional, por ejemplo, con la subida de las tarifas electrónicas falsos comerciales llaman al usuario para ofrecerle precios más ventajosos cuando en realidad buscan los datos bancarios del consumidor.
* Fraudes por WhatsApp: Similar a los anteriores, pueden ofrecer descuentos o premios y dirigir a la víctima a páginas fraudulentas para usurpar sus datos o acceder a su teléfono móvil instalando un virus ‘espía’.
* Estafa por Bizum: consiste en realizar una solicitud de dinero en lugar de enviarlo (una de las dos opciones que ofrecen esta aplicación bancaria). La víctima recibe entonces una notificación con el importe acordado y, por falta de atención, aprueba el pago. Suele afectar a personas que venden algún tipo de producto de segunda mano a través de las plataformas que han proliferado últimamente.
¿Cómo identificar este tipo de estafas?
- No hagas clic en enlaces de correos electrónicos o whatsapps que te lleguen de alguien que no conoces o de compañías en las que no tienes contratado ningún servicio.
- Si te llega un mensaje con unos enlaces acompañados de una oferta atractiva, pero poco probable, sospecha y no facilites datos de ningún tipo, ni personales ni bancarios. Tampoco reenvíes este tipo de mensajes a tus contactos.
- Desconfía cuando se use un lenguaje con errores de ortografía, concordancia o redacción: los ciberdelincuentes suelen usar traductores automáticos.
- Cuando navegues por una web en la que te piden tus datos personales, lo primero que debes hacer es mirar la URL de la barra de direcciones del navegador. Si ves alguna de estas cosas, desconfía y abandona la página:
- Contiene el nombre oficial del sitio web, pero no es la dirección oficial.
- Utiliza el nombre del sitio oficial con alguna letra o símbolo añadidos.
- Tienen un fallo ortográfico como “paypa1” en vez de “paypal”.
- No usa un protocolo seguro, es decir, la URL no comienza por https://.
- Ve directamente -no a través de enlaces- al sitio oficial que presuntamente ha enviado el mensaje y pregunta. Ni la DGT, ni la Agencia Tributaria ni Correos o los bancos piden datos ni mucho menos que facilites contraseñas o tu número PIN.
¿Qué hacer si finalmente hemos “picado”?
- Llama inmediatamente a tu entidad bancaria y anula los cargos que no reconozcas, cancela tu tarjeta bancaria y cambia de contraseña. Puede resultar un poco “molesto”, pero evitarás que te desvalijen tu cuenta. El riesgo es cierto y muy alto.
- Ante cualquier duda, acude a la OMIC o a tu Asociación de Consumidores.