La sorprendente historia de los mastines de los Prytz

Parece el título de una novela policiaca. Me ha parecido así al pensar cuál podría ser el de este artículo. ¿A usted no?  Le dejo aquí con la duda y luego le cuento a donde he llegado con esta reflexión, que no quiero desviarme del tema.

Los mastines a los que me refiero tienen también su misterio. Pero antes de referirme a ellos permita que le ponga en antecedentes. ¿Quiénes eran los Prytz?. Una familia sueca de emprendedores que vinieron a Alicante en busca de fortuna y la encontraron, no sin esfuerzo.

Deje que le de algunos datos imprescindibles en este relato. Fue Hugo Prytz el primero de la saga. A finales del siglo XIX (1870) se instaló en Alicante.  Fue empresario del negocio de la almendra. Con sus beneficios y con el de sus inversiones hizo una gran fortuna. Pensó en establecerse en la capital alicantina por lo que casó con María Luisa Antoine Larrea y tuvieron varios hijos.

En 1880 compró una finca en la huerta alicantina cerca del caserío del Monasterio de la Santa Faz. Allí se hizo construir un palacete de nombre “Buena Vista”. Desde su último piso se veía la playa de San Juan y el mar.  Le gustaba rodearse de autoridades civiles y militares a quien invitaba a su finca donde en las noches de verano podían disfrutar de la tertulia al aire libre. Por allí pasaron personalidades como Emilio Castelar, presidente de la I República; Maisonnave, alcalde de Alicante; el inventor del submarino Isaac Peral, el escritor Benito Pérez Galdós, …

En el inmenso jardín eran testigos mudos una pareja de leones y dos enormes mastines. Eran de mármol de carrara, no se me asuste. Además había una preciosa fuente con una escultura de un niño tocando la flauta.

El generoso Manuel Prytz, hijo de Hugo, donó al Ayuntamiento de Alicante en 1932 este palacete y su jardín para que lo disfrutaran las autoridades y personajes ilustres que desde el consistorio tuvieran por conveniente invitarlos para que se interesaran por las inquietudes de la ciudad en un ambiente distendido como este. Con el tiempo este palacete se convirtió – en el año 2009 – en el Instituto Alicantino de la Familia Dr Pedro Herrero dependiente de la Diputación Provincial.

¿Qué pasó con las esculturas que había en su jardín? Desde 1940 están en el Paseo de Canalejas en Alicante. Pero ¿por qué estos mastines son sorprendentes? Son imitación romana de la época del Imperio, nada menos. Pero hay más. Son copias, hay unas similares en el British Museum. Toma, menuda revelación. Y tienen su propia historia. Venga, se la cuento.  Se les denominan can de Jennings (también llamada can de Duncombe o can de Alcibíades). Se llama así porque Henry Constantine Jennings fue su propietario antes que el British. Es una escultura romana de dos perros del siglo II d. C., copia de un original de bronce helenístico. Pero hay otra pareja, se va a sorprender dónde están: en el Patio de Belvedere de los Museos Vaticanos. Vaya sorpresa.

Según el British es un meloso. Esta raza era originaria de Epiro en el noroeste de Grecia, que fue saqueada por Roma en el 168 a. C. por lo que estas esculturas fueron llevadas a la capital del Imperio. Por su parte Plinio el viejo (23-79 d. C), procurador imperial romano, los menciona en su monumental Historia Natural, que escribió en latín a modo de lo que hoy entendemos que es una enciclopedia con la que pretendía abarcar todo el conocimiento del que entonces se conocía. Ambicioso era un rato este procurador imperial, pero ahí queda esta obra para deleite de los historiadores y amigos de que el saber no ocupa lugar. A esos canes se les pierden la pista alrededor del año 69 d. C. Y unas copias están en Alicante. Sorprendente sí es, al menos a mí así me lo parece.

¿Dónde están estos mastines en Alicante? Presiden uno de los accesos de la plaza y paseo de Canalejas, junto al Paseo de la Explanada.

Vuelvo como he empezado, que no me he olvidado. Sí, el título me pareció que podía ser el de una novela negra. En seguida me vino a la cabeza la novela “El perro de los Baskerville” del escritor Arthur Conan Doyle, autor del famoso detective Sherlock Holmes. Precisamente adquirí el verano pasado en amazon en formato ebook todas sus novelas. Hace tiempo me aficioné también a este tipo de literatura, ya ve. Y quizá de leerlo tanto he asociado ideas. Pues eso.

Pascual Rosser Limiñana

Colaborador de «El Consistorio»

Escritor

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En este libro le cuento algunos datos de personajes y personajillos relacionados con Alicante. Ya verá. Unos lo son por nacimiento, otros son alicantinos de adopción que vinieron a Alicante por una u otra razón y aquí se quedaron, y están aquellos que estuvieron de paso por la capital alicantina y se marcharon llevándose un buen recuerdo.

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Tags: Ocurrió en Alicante

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