La noche del jueves, el restaurante Casa Santa María de Daimiel se vistió de gala para acoger la quinta de sus ocho citas semanales en el marco de sus primeras jornadas gastro-culturales. El evento, bautizado como ‘Rubén al Cuadrado’, se convirtió en una experiencia culinaria única, protagonizada por un tándem muy especial: el chef con estrella Michelin, Rubén Sánchez-Camacho, y su hijo, el también chef Rubén Sánchez-Camacho Astillero.
El cartel de «completo» colgado días antes de la celebración ya adelantaba el éxito de la convocatoria. Los daimieleños no quisieron perderse este singular evento que unió a padre e hijo en la cocina, cada uno aportando su visión y talento para crear un menú de once pases.
Un encuentro con sabor familiar
La idea de esta velada, según explicó el chef invitado en Radio Daimiel, surgió a propuesta de su hijo, quien le propuso «preparar una cena especial, compartiendo platos diferentes». El título, ‘Rubén al Cuadrado’, resultó ser la guinda perfecta para la ocasión, aprovechando que ambos se llaman Rubén. «Suena bastante bien», confesó el padre.
El evento no fue una competición, sino una colaboración sincera y cordial. Cada uno elaboró sus propias propuestas, mostrando dos estilos que, aunque diferentes, se complementan a la perfección. Sánchez-Camacho Astillero, jefe de cocina en Casa Santa María, explicó que su enfoque está marcado por «los recursos» con los que cuenta el restaurante, un proyecto que «empieza de cero» y que va «paso a paso», pero con grandes deseos de crecimiento.
El epílogo de las jornadas gastro-culturales
Este encuentro de talento familiar servirá de antesala para la gran clausura de las jornadas gastro-culturales. El dúo volverá a unirse el próximo 28 de agosto en la cita ‘Estrellas Michelín’, que contará con la participación de otro chef con este prestigioso reconocimiento. Una velada que, según Sánchez-Camacho padre, elevará aún más las «connotaciones gastronómicas» de estas exitosas jornadas.