De todas las definiciones que conozco del término amigo me quedo con la siguiente:
“Un amigo es aquel que sabiéndolo todo de ti, te sigue queriendo”
Es por esta definición por lo que en el mundo de los negocios y de la política, la amistad es una quimera, una utopía, porque el que sabe todo de nosotros, más temprano que tarde lo usará para destruirnos.
La vida nos ha enseñado que no debiéramos fiarnos de ciertos amigos cuando hay dinero de por medio.
Lo primero es lo primero y pasta y afecto no caben en el mismo cesto, dice el refranero.
Los amantes del dinero están acostumbrados a vivir en inhóspitas selvas, donde su vida apuesta siempre a caballo ganador, pese a quien pese, y pase lo que pase.
Para ellos la amistad siempre estará subordinada a sus intereses, a sus negocios y a conseguir sus metas empleando cualquier recurso.
Ellos son amigos hasta cierto punto, justo hasta que sale a relucir el dinero.
Hay un refrán muy extendido en los ambientes rurales que dice:
Amigos, amigos, pero el burro a la linde.
Hay familias, amistades y compañeros a los que no hay que descubrirles nuestras posibilidades económicas porque esto podría suponer el final de nuestras relaciones al despertarles sus adormecidas ambiciones.
Los amantes del dinero sólo son fieles a sus necesidades, a sus intereses, a sus circunstancias y a su bienestar, aunque tengan que lamerte el corazón, mecerte el alma y edulcorar los quereres.
Ellos jamás estarán satisfechos porque su egoísmo es infinito y sus ambiciones insaciables.
Son los Judas dispuestos a cobrar treinta monedas por una vida, treinta monedas por una reputación, treinta monedas por un amor.
A ese tipo de amigos no les hables de riquezas, porque entonces se romperá el encanto y te verán como presa propiciatoria, porque el dinero es el detonante que explosiona los instintos más viles.
Cuando los ves muy interesados, amables, afectuosos y hasta empalagosos, sólo esperan el momento propicio para vaciarte el bolsillo.
En el pecado llevan la penitencia, porque son incapaces de cumplir con sus siempre fallidos propósitos de la enmienda, porque ellos nacieron con un interesado sentimiento ajeno a la familia, a la amistad y al compañerismo.
Sin ninguna duda, amigo es aquel que conociendo todo de ti te sigue queriendo, luego está todo lo demás…