Fotografías de Marisa Mateo - Pulsar en la foto para verlas mejor
¿Puede un simple Belén sorprender con una propuesta diferente sobre un tema considerado como «clásico»? ¿Pueden las figuras de siempre transformarse en algo «distinto» que divierta tanto a los adultos como a los niños? La respuesta es, sin lugar a dudas, sí. Fundación EDUCA ha producido este original Belén totalmente artesanal, una «obra de arte» de algo más de veinte metros cuadrados y que sólo con sus cifras ya da una idea de su magnitud:
– 35 kilos de plastilina.
– Un año de creación.
– 220 figuras.
El Belén Monumental fue inaugurado en el año 2009 en Valladolid recibiendo el primer premio otorgado por la Asociación Belenista Castellana. Desde entonces ha recorrido diversos puntos de la geografía española, siempre con una masiva asistencia de visitantes.
Estas magníficas obras de arte utilizan como material principal la plastilina escolar que, a través del modelado a mano y de forma artesanal, las convierte en piezas únicas, originales y divertidas.
El modelado de la plastilina permite «tallar en color»: las figuras no llevan ningún tipo de acabado ni pintura final. Se muestran tal cual fueron realizadas y creadas por los artistas.
Entre las características más destacables del Belén Monumental de plastilina cabe mencionar su inusual cantidad de detalles, su curioso realismo y la originalidad de un Belén que rompe con los esquemas más tradicionales para mostrarnos una Navidad diferente.
Los detalles de estas simpáticas figuras han encandilado a todos aquellos que lo han visto, especialmente a los niños, que aprenden las amplias posibilidades que ofrece la plastilina, un juguete que siempre ha estado a su alcance. Cada escena tiene un aspecto propio y peculiar, de dibujo animado: desde un pequeño mercado repleto de frutas, verduras y pescados de plastilina hasta un aserradero con un trabajador que corta la madera o una mujer que ordeña a una vaca en el corral de casa mientras la vida sigue en Belén.
Un pueblo, el de Belén, que queda representado a través de unas calles y unas casas en las que se puede ver el día a día cotidiano y de plastilina de sus gentes. Entre todas las escenas no podían faltar, por supuesto, los cortejos de los Reyes Magos, divertidos personajes que se dirigen al portal.
En definitiva, un pequeño mundo de mayores enfocado a los más pequeños, a los niños, para que, al verlo puedan desarrollar su creatividad creando sus propias figuras de plastilina y así, lograr que jugar y crear, se conviertan en una misma cosa.