Nació en Madrid en 1970. Además de escritora es maestra de Primaria, profesora de español para extranjeros, formadora y promotora de Igualdad. Después de muchas experiencias laborales un buen día decidí que iba a ser alucinante probar otras maneras de vivir.
1. ¿Cuándo te diste cuenta de tu vocación de escritora y cómo te “entró el gusanillo?
Desde que comencé a leer soñé con que algún día la gente leería mis libros, aunque solo escribía cosas de manera informal, hasta que un día leí en el final de un capítulo de Cicatriz, de Juan Gómez-Jurado: “El Afgano había vuelto”. Entonces sentí una explosión interior y comprendí que era el momento de ponerme a trabajar para que mi sueño se hiciera realidad.
2. Optaste por la autoedición. ¿Crees que es una buena opción por la libertad que da al escritor o solo mientras las editoriales no te conozcan?
El primer libro lo autoedité porque me hacía mucha ilusión compartirlo y supuse que era el camino más corto. Así fue como descubrí el maravilloso mundo de la autoedición y todo lo que me aporta personal y profesionalmente. Se podría decir que el primer libro fue autoeditado por ilusión y el segundo, por convicción.
Por supuesto, esta es mi experiencia y creo que cada cual es libre de elegir el camino que guste y con el que sienta más comodidad.
3. ¿Cómo has resuelto el tema de la distribución?
A día de hoy mis libros se pueden adquirir en Amazon tanto en formato físico como en digital, por lo que llegan a cualquier parte. También están disponibles en las librerías Des-hojas (Móstoles) y Bravo (Fuenlabrada), además de presentarlos en bibliotecas de la Comunidad de Madrid y llevarlos a diferentes ferias del libro y se pueden ver en mis redes sociales IG: @pepahidalgo7.0 y FB: Pepa Hidalgo 7.0.
4. ¿Te podemos clasificar en algún género como escritora?
Entiendo que se clasifiquen las obras por géneros para facilitar la elección a la comunidad lectora según sus gustos o el interés de probar algo nuevo, pero no necesariamente a quien las escribe. Supongo que al gustarme leer de todo me gusta escribir de todo, lo cual implica no ponerme límites. No obstante, si he de llevar una etiqueta sería algo así: “Escritora que transmite sensaciones varias en diferentes entornos para su entretenimiento, a la par que ofrece la oportunidad de ver el mundo desde otra perspectiva”.
5. Hasta ahora llevas dos libros editados. ¿Con cuál te sientes más identificada y por qué?
Me siento identificada con ambos por igual ya que pongo el mismo entusiasmo, trabajo e ilusión en los capítulos de una novela que en un relato. Otra cosa es el motivo por el que sea especial para mí y, aunque cada escrito tiene el suyo, HIYORU será siempre la primera publicación y el comienzo de una nueva etapa de mi vida.
6. ¿Qué aceptación ha tenido tu última obra “Relatos: Historias que dejan huella”?
Al ser relatos cortos e independientes a la gente con poco tiempo le resulta cómodo. Tiene diversas temáticas y esa variedad también ha sido muy bien recibida.
Me encantó el comentario de una lectora: “Tu libro de relatos es como una bolsa de pipas, disfrutas de cada crujido y puedes tomar un puñado o la bolsa entera”.
7. ¿Tienes algo en el cajón de tu despacho que verá la luz próximamente?
Ahora trabajo en dos proyectos: Una comedia teatral, a falta de unos ajustes, que transcurre en la habitación de un hospital y otra novela de suspense que se desarrolla en una plataforma petrolífera; a esta le falta cocción.
8. ¿Cuál es el último libro que has leído?
He leído dos libros en paralelo: Por trabajo, Momo, de Michael Ende y por placer, La paciente silenciosa, de Alex Michaelides.
9. ¿Quiénes son tus referentes en literatura?
Aunque aprendo de todo lo que leo sé que mi cabeza no sería la misma sin Julio Verne o la colección de Los Cinco, de Enid Blyton. Dicho esto, recomiendo leer Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, los finales abiertos de Carmen de Burgos, las obras disparatadas de Enrique Jardiel Poncela, las descripciones de Juan Gómez-Jurado, las ambientaciones históricas de Almudena Grandes…
10. ¿En España se leen muchos libros?
Me parece que más de los que se venden y menos de los necesarios para abrir mentes.
11. ¿Las administraciones apoyan a los escritores?
Creo que los apoyos se enfocan más a la edición, de esta manera la persona que escribe queda siempre en un segundo plano y dependiente de una entidad.
12. ¿Qué les dirías a los jóvenes que optan mayoritariamente por las nuevas tecnologías?
Considero las nuevas tecnologías unas herramientas muy potentes y beneficiosas. Para sacarles partido en todos sus ámbitos y evitar daños personales recomiendo utilizarlas con los mismos criterios aplicados a la vida analógica, es decir, desde el respeto, el autoconocimiento, la gestión de emociones y el espíritu crítico.
