Valía la pena esperar

Han pasado 8 meses desde que nos quedamos con las ganas de ver a Lolita interpretando “Poncia” en Villena. El tiempo no ha pasado en balde, y la espera nos ha hecho coger aún más ganas de verla.

La interpretación que vimos anoche en el teatro Chapí de Villena, fue espectacular. Lolita nos hizo rememorar esa obra tan novelesca de Federico García Lorca que es “La Casa de Bernarda Alba”, en esta que podría ser la segunda parte de la obra.

Logró que formáramos parte de la familia Alba, que amaramos y odiáramos al mismo tiempo a Bernarda, que sintiéramos desprecio por el guaperas conquistador de Pepe “El Romano”, que jugaba con dos o más hermanas, que experimentáramos la rivalidad fraternal que enfrentaba a las hermanas Alba, una relación odio-amor, bajo el mandato dictatorial de su madre Bernarda.

Anoche descubrimos la visión de Poncia de la vida intima de una familia de la primera mitad del siglo XX, donde la mujer vivía en un ambiente de represión, sin libertad y con independencia limitada.

La puesta en escena fue espectacular, con un escenario que siendo minimalista consigue meternos dentro de las distintas escenas. Con unos juegos de luces y bambalinas blancas que nos recuerdan al papel reservado a la mujer de la época, lavar y cuidar de la ropa de casa.

Al finalizar Lolita se disculpó por no haber podido representar la obra en octubre, que era cuando estaba proyectada y que por culpa de una enfermedad hubo que suspenderla, también agradeció el respeto del publico villenense con su silencio durante la representación, consiguiendo la concentración de más de una hora de monólogo al que se enfrenta en cada función Lolita.

Mientras recibía los muchísimos minutos de aplausos del público, le reservaban una sorpresa a la actriz, salía una compañera del equipo técnico con una típica toña villenense y unas velas para celebrar la que es la 200 representación de la obra, momento que aprovechó Lolita para agradecer a todos los compañeros técnicos que han pasado a lo largo de estos años a su lado.

El Origen de «Poncia»: Una Inspiración Inesperada

Cuando Miguel Narros dirigía el Teatro Español de Madrid, encomendó a José Carlos Plaza la puesta en escena de una nueva versión de «La Casa de Bernarda Alba». Plaza, con una visión particular, pensó en Lola Flores para el papel de La Poncia. Sin embargo, debido a compromisos de agenda, la reconocida artista no pudo participar en el proyecto, algo que lamentó públicamente en el programa «La Clave» de TVE.

Al enterarse Plaza de esta historia, surgió en él la inquietud de revisitar la obra de Lorca y explorar si era posible desentrañar la esencia del personaje de Poncia para concebir una propuesta teatral propia. Descubrió el inmenso potencial dramático que albergaba y, sin dudarlo, contactó a Lolita Flores. Le propuso que encarnara a este personaje y que, juntos, imaginaran los acontecimientos que se sucedieron en aquella casa tras el trágico desenlace de Adela.

Lolita y Luis Luque el director de la obra
Juan Vale Carrasco

Juan Vale

Redactor de «El Consistorio»

Activista cultural, amante de los animales y luchador de las causas justas.

Tags: El Atril de Juan Vale

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