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LA INFLUENCIA DEL ADULTO EN EL APRENDIZAJE DE LOS NIÑOS

Vygotsky decía que los niños aprenden haciendo suyas las actividades, los hábitos, el vocabulario y las ideas de los miembros del entorno en el que se desarrollan. Por lo tanto, el crear un ambiente de cooperación, colaboración y productividad es una parte esencial del aprendizaje para todo niño.

¿Y cómo aprenden los niños?

Los niños aprenden:

  • Imitando: Copiando conductas de aquellos a su alrededor, ya sean adultos u otros niños.
  • Explorando: A través de la boca (poniéndose cosas en la boca, mordiendo) y palpando con sus manos (tocando, golpeando).
  • Repitiendo: Preguntando constantemente. Tirando las cosas al suelo una y otra vez.
  • Experimentando: Por medio del ensayo-error, curioseando.

Los niños aprenden a partir de todos los estímulos que hay en su entorno y siempre su aprendizaje será más significativo si hay un adulto a su lado. El adulto es el encargado de traducir al niño cada característica de ese estímulo, actuando como un mediador entre el niño y su aprendizaje.

Un adulto facilitador apoya al niño para que tenga comprensión en todo aspecto del entorno que lo rodea.

Existe cada vez más evidencia que demuestra el impacto en desarrollo infantil de interacciones positivas y receptivas con los adultos. Por ejemplo, se ha demostrado que cuando los maestros manejan aspectos conductuales de forma intencional, atienden a los intereses del niño y canalizan su atención de forma receptiva, los niños mejoran su comportamiento en el aula y tienen también mejor desempeño académico” (R.P.P).

Hay cinco formas en las que el adulto puede potencializar el aprendizaje en los niños:

  1. Introducir nuevos conceptos, ir nombrando todo lo que se encuentra en el entorno. Por ejemplo, generar una charla con el niño durante el baño y hablar de lo fría o caliente que está el agua, que sensación le produce, hablar de las partes del cuerpo (mencionándolas y señalándolas). A la hora del almuerzo, hablar de las texturas, los tamaños, las formas y colores de los alimentos. Y asi con los diferentes momentos.
  2. Atender las señales y seguir sus intereses, ofrecer todo el afecto y cariño posible al niño, eso es fundamental, el adulto puede atender y trasformar las formas de comunicación con el niño, por ejemplo:
  • Nombrar el objeto o acción del niño, mostrando interés: “¿Qué estás señalando? ¡Ah! ¡El libro de la vaquita!”
  • Respondiendo si el niño sonríe o balbucea al realizar una acción: “Te gusta que te haga cosquillas en los pies, ¿sí?, ¿sí?”
  • Hablar con el niño de aquello que está sucediendo en el momento: “¡Sí! te estoy poniendo el sweater para que no tengas frío”.
  1. Jugar, este es el principal medio de aprendizaje para el niño, a través de la diversión el niño adquiere mucho conocimiento y expande su curiosidad. Es importante introducirlo en juegos que le generen retos donde tenga que brindar solución: Armar un rompecabezas, jugar a abrir un frasco y sacar lo que hay en su interior, encontrar un objeto que hayamos escondido, etc.

Aquí el adulto es un facilitador ya que puede hacer que el juego cada vez sea más complejo, pero que para el niño sea alcanzable. Si un juego es muy sencillo, y el niño puede resolverlo de inmediato, se aburre y pierde el interés. Si es muy complejo, se frustra y no quiere continuar”. (R.P.P).

  1. Expandir el conocimiento del niño, esto puede suceder cuando leen cuentos juntos o ven alguna película, si el niño exclama algo como ¡guauuu! El adulto puede añadir: “si es un gran dinosaurios con patas muy grandes…¡oh!” y haciendo uso del lenguaje no verbal.
  2. Reconocer y reforzar los intentos y los logros de manera positiva, hay que felicitar al niño con aplausos, con besos, verbalizando sus logros, en especial los intentos. Animándolo a seguir aprendiendo, reforzando su autoestima.

Estas y otras interacciones del niño con el adulto ayudan a su desarrollo y aprendizaje de muchas maneras, entre ellas se destacan:

  • El desarrollo del lenguaje
  • Promueve su capacidad cognitiva y motriz
  • Desarrolla y estimula aspectos de función ejecutiva (atención, autorregulación, perseverancia)
  • Fomenta su creatividad y su desarrollo socio-emocional
  • Promueve su curiosidad

Todo adulto tiene la responsabilidad de desempeñar un papel facilitador en la relación con el niño promoviendo asi, su máximo potencial.

 

Adriana Triana

Colaboradora de “El Consistorio”

Soy colombiana, psicóloga, coach, y tengo experiencia en temas de recursos humanos

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Tags: El Atril de Adriana Triana

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