¿Conoce el precioso pueblo del confesor de la Reina?

Nuestro nuevo destino en este caminar por poblaciones de España es un pueblo de Castilla, de la Alcarria Conquense. Me fui allí con mi familia y nos llevamos un buen recuerdo. Todo lo que vimos y disfrutamos, sumó en esa dirección, y ya sabe que todo lo que suma es bueno. Nos hospedamos en un hotel de encanto, de esos en los que hospedarse es volver a otros modos de pasar la noche entre muros de piedra y altos techos con vigas de madera. Luego se lo cuento, ahora deje que le diga el nombre de esta localidad: Huete.

En estos parajes castellanos siempre me encuentro a gusto. Las olas del mar que bañan mi ciudad natal se confunden hoy con los surcos ondulados de los campos de cereales. Los barcos, lentos tractores. El viento, más seco, pero igualmente inquieto y travieso.

Por esta tierra guerrearon los musulmanes. Después también los cristianos. Los primeros construyeron una alcazaba en un cerro que preside la población. Esos muros tomaron el protagonismo y la importancia de los moradores del momento y con ellos el pueblo crecía a sus pies.

Por las muchas iglesias y conventos que tuvo y que tiene Huete, la sotana y la oración tuvieron gran importancia. Entre ellas destaca la bella fábrica gótico-primitivo del ábside de la iglesia de Nuestra Señora de Atienza, situada en la ladera camino del castillo. Llaman nuestra atención los interesantes capiteles de las columnas adosadas que soportaban los nervios de la bóveda. En unos hay unas cabecitas, en otros se distingue el castillo y el león, heráldicos del reino.

También tuvieron mucha importancia las familias nobles que aspiraron a arrebatarle al poder real tierras y privilegios para después apoyarle en sus conquistas. Dejaron en muchas fachadas sus blasones y escudos nobiliarios para recordar su nombre y su importancia. Y con ellos, se fue escribiendo la historia de este lugar.

Alfonso XI otorgó a Huete su fuero y su escudo. Juan II le concedió el título de Ciudad (s.XV) por la intermediación de Pedro Carrillo, su Cronista y halconero. Fueron los Reyes Católicos quienes le dieron la distinción de Noble y Leal el 28 de febrero de 1477. Tantas distinciones fueron por la importancia e influencia de algunos de sus habitantes como Alfonso Díaz de Montalvo (recopiló las Ordenanzas Reales de Castilla imprimiéndolas en 1483 en Huete con una de las primeras imprentas españolas), el ya nombrado Cronista Pedro Carrillo, así como Fray Ambrosio Montesinos, dieron prosperidad a la ciudad al servicio de sus reyes.

Fray Ambrosio Montesinos, franciscano al amparo del Cardenal Cisneros, fue confesor de la reina Isabel La Católica (1492), además de su villanciquero. También fue poeta o traductor de sagradas escrituras, además de autor de un Cancionero famoso en su tiempo. Cuando murió era obispo electo de Málaga. Sus restos se enterraron en la capilla de los Montesinos del desaparecido Monasterio franciscano de Huete. El escritor Marcelino Menéndez Pelayo dijo de él que fue uno de los mejores prosistas de su época.

Callejear por estas calles es trasladarse a otros tiempos remotos. La torre del reloj, la Merced, la Iglesia Real de San Nicolás de Medina, la iglesia de Nuestra Señora de Atienza, las fachadas blasonadas, … Pero volvemos a los actuales en los que muchos pueblos como este recuperan su historia para venerarla y siembran con nuevas simientes la de los años venideros.

Nuestro cobijo es la Casa Palacio Conde de Garcinarro, una casa noble del siglo XVI. Una gran puerta de madera nos da la bienvenida y nos invita a pasar a un patio rectangular con balaustrada de madera sostenida en columnas de piedra. Las vigas de madera a la vista, la decoración, los utensilios de otra época, huelen a historia, pero se acomodan con gusto por rincones y repisas. Las habitaciones son amplias y espaciosas. Hay un gran salón común donde algunos lienzos de pared están forrados con libros. Estancia que invita a la tertulia. Fue el propio propietario quien participó de ella donde triunfó la palabra ordenada y discreta. No hubo una voz malsonante, ni un tono más alto que otro, en pleno sosiego. Hubo convivencia, aunque no nos conociéramos de nada antes de alojarnos entre estos muros.

En los alrededores, la bodega del hermano de un cliente. De los Uribe-Madero. Fundada en lo que fue la “Casa Carlitos”. Rodeada por distintas laderas de suelos altamente calizos con distintas pendientes y orientación solar. En algunas de ellas, antes del viñedo, hubo plantas aromáticas como Lavanda que da personalidad a algunos de sus caldos. Los sistemas de viticultura, vendimia, elaboración y crianza son artesanales con equipos exclusivos para esta bodega que permiten eliminar bombeos, filtrados y cualquier práctica o mecanización agresiva en sus frutos, mostos y vinos. La crianza de los caldos se hace en barricas y tinos de roble, separando viñedos y varietales, según las características de cada variedad. Se completa su crianza con largos periodos de estancia en botelleros. Nos enseñaron las instalaciones con precisa información y amabilidad, soportando las constantes preguntas y por qué de mis hijos. Con la degustación de sus mejores caldos: Calzadilla (Tempranillo 60 %, Carbenet-Sauvignon 30 %, Garnacha 10 % ), Gran Calzadilla (Tempranillo 50 % y Carbenet-Sauvignon 50 %) y Syrah (100 % Syrah) y algunas anécdotas de otros visitantes y de las nuestras, nos llevamos a casa algunas cajas de vino para compartir con familiares y amigos. Hace años que estuvimos allí y aún hoy conservo en mi pequeña bodega de casa una botella de Calzadilla que guardo a modo de colección por el buen recuerdo que nos dejó su color y su sabor.

 

Enlaces de interés:

Ayuntamiento de Huete – Web oficial del Ayuntamiento de Huete

Pago Calzadilla y Bodegas Uribes Madero | Vinos de la Bodega Uribes Madero y Viñedos Pago Calzadilla

Pascual Rosser Limiñana

Colaborador de «El Consistorio»

Escritor

Más información

En este libro le cuento algunos datos de personajes y personajillos relacionados con Alicante. Ya verá. Unos lo son por nacimiento, otros son alicantinos de adopción que vinieron a Alicante por una u otra razón y aquí se quedaron, y están aquellos que estuvieron de paso por la capital alicantina y se marcharon llevándose un buen recuerdo.

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Tags: Visita Nuestros Pueblos

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