Hay vinos y vinos que trasladan una experiencia personal. Cuando pienso en Marques de Vizhoja todo me lleva a muchísimos momentos especiales a lo largo de estos años.
Es una Bodega que bien puede reflejar el espíritu de Galicia, de sus gentes y de su forma de ser y vivir. Una Bodega establecida legalmente en 1968 y que ha ido avanzando constantemente en todas las direcciones, tanto en calidad como en la huella social que ha ido creciendo año a año.
Mariano Peláez ocupa un lugar importante en la historia de la viticultura gallega. Un visionario en todos los aspectos y hombre hecho a si mismo. Supo hacer realidad su sueño tal y como me dijo en persona. Además, fue un marido, padre y empresario fuera de serie.
Son sus hijos Jorge Peláez en el área comercial y Javier Peláez como enólogo los que continúan hoy con la labor de Don Mariano Peláez, quienes también han sido miembros fundadores del Consejo Regulador de la D.O. Rías Baixas y firmes defensores de la profesionalización del sector y la recuperación de las uvas autóctonas.
El vino y la familia son señas de identidad que marcan la trayectoria de Jorge Peláez “formar parte de Bodegas Marqués de Vizhoja, una empresa y una gran familia”.
En el año 1976, D. Mariano decidió comprar un pazo de carácter defensivo que data del siglo XVIII en La Finca la Moreira. El Pazo es un lugar absolutamente inolvidable, tiene un encanto muy especial. Poder tomar una copa de Vizhoja allí, especialmente desde la torre del Pazo, algo de lo que doy fe, es una experiencia que no se puede olvidar. Cuando estás en ese entorno además de todo lo que se puede ver en una foto hay que añadir ese aroma a Naturaleza, ese oxígeno puro que te transporta a ese estado de consciencia en el que te apetece hacer todas las cosas bien, todos los días, a todas las horas. Es un lugar precioso y maravilloso.
Zona fronteriza entre España y Portugal, cuyo clima, orografía y la proximidad al Río Miño hacen que sea un lugar privilegiado para el cultivo de la uva de sus vinos con denominación. Es aquí donde tienen un especial cuidado por las uvas albariño, treixadura y loureira en sus casi 38 hectáreas.
Galicia tiene cinco Denominaciones de Origen, Monterrey, Ribera Sacra, Valdeorras, Ribeiro y la más famosa de todas, Rías Baixas, que a su vez tiene varias subzonas. La Bodega Marqués de Vizhoja está en un lugar privilegiado de la subzona Condado do Tea. Evidentemente haberse posicionado allí hace tantos años le permitió elegir exactamente el lugar. Cosa que hoy en día sería casi imposible.
Esta subzona de la D.O. Rías Baixas; Condado do Tea, destaca por un microclima propio que ofrece un clima atlántico con temperaturas suaves durante el año, lluvia abundante y un buen nivel de humedad, así como el contraste de temperaturas diurnas y nocturnas típicas del Condado do Tea. Unas características que aportan frescura y acidez equilibrada a sus vinos con denominación de origen. La vendimia que se realiza en la bodega es siguiendo la técnica tradicional y se da aproximadamente en septiembre.
La historia de Bodegas Marqués de Vizhoja comienza en una trastienda de una taberna de la zona de Bouzas (Vigo), donde nació el vino blanco Marqués de Vizhoja. Su calidad le hizo merecedor de un premio en un certamen de vinos, cuyo premio fue una hoja de parra; origen de la marca. Éste premio es la etiqueta frontal que hace que la botella sea tan reconocible.
- Mariano decidió unir el término “vid” con la hoja de parra “hoja”. Por un fallo de imprenta, se cambió la “d” por la z” quedando así el nombre de la marca “Marqués de Vizhoja”.
- Mariano Peláez fue un pionero en muchos ámbitos, entre ellos el maridaje del vino y la comida. Desde sus inicios, Marqués de Vizhoja ha incluido en la botella un rodaballo, queriendo así vincular el maridaje de los vinos blancos con los pescados y mariscos. Antiguamente este símbolo estaba colgado en formato de papel y en la actualidad forma parte de la botella, éste rodaballo está tallado en el cuello de la misma.
El vino blanco Marqués de Vizhoja es un emblema gallego, un vino para disfrutar en cualquier momento. De esos vinos que sientan bien en cualquier circunstancia y que esté con quién esté gustan.
Tengo anécdotas para escribir un capítulo entero al respecto. Debería haber una broma que dijera que si no hay vizhoja me voy. Es un vino que me ha dado las mejores alegrías y entrañables recuerdos. Nunca olvidaré cuando mi madre vio la primera botella de tres litros. Son botellas que se hicieron para eventos y que hoy en día se pueden encontrar en las mejores tiendas especializadas.
En el año 1980 nace el 100% albariño D. O. Rías Baixas Torre la Moreira. Es en mayo de 2007 cuando se decide lanzar al mercado con etiquetado en braille, algo inusual pero que demuestra la sensibilidad de la bodega por el ser humano. En este mismo año nace también un vino rindiendo tributo al Condado do Tea; Señor da folla verde; D.O. Rías Baixas – 70% albariño, 15% treixadura y 15% loureira.
Es en este punto donde quiero hacer una mención especial a Javier Peláez, enólogo de la Bodega y continuador de la labor de su padre en este plano. Javier es un verdadero talento. Su labor es muy meritoria. Ahí están los vinos. Probandolos se puede ver la mano que tiene para elaborar. Sin su delicadeza no estaríamos hablando de todo esto. Jorge y Javier Peláez forman un tándem o Dream Team que deja huella en todos nosotros.
En el año 2008 se lanzan las innovadoras Gotas del Marqués, unas monodosis de 7ml de licor para perfumar el café o infusiones así como los postres. Unos años después; en el año 2012 nacen los licores d´Vizhoja: crema licor, licor café, aguardiente de orujo y licor de hierbas. He de dejar muy claro que son realmente exquisitos. En mi nevera no falta ni la crema ni el café.
Continuando con los pasos de D. Mariano Peláez, su hijo Jorge Peláez – Presidente y propietario de Bodegas Marqués de Vizhoja- , se ha puesto como objetivo “que no quede ni un solo país donde no sea posible beber uno de los vinos de Bodegas Marqués de Vizhoja”. Es algo real, los vinos se encuentran en Puerto Rico, Miami, China, hasta en la India. Jorge Peláez es un verdadero embajador de la uva Albariño, de Galicia y del buen hacer.
Yo desde que probé el vino me uní a la Vizhoja Experience. ¿Te unes tú también?. Busca en internet Pack enoturistico Vizhoja Experience. O lo que es lo mismo, Ven y verás.
