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Villajoyosa, descubriendo su tesoro oculto más allá del mar

Acostumbrados a tener de Villajoyosa la imagen de su barrio de pescadores con sus casas de colores frente al mar, sus playas, astillero y puerto deportivo, nos olvidamos de que esta población tiene mucho que contar tierra adentro. Porque como dice Marichel López Catalá, anfitriona en esta visita de la Asociación Alicantina de Periodistas y Escritores de Turismo, Villajoyosa es la gran desconocida. Por muchos motivos, además porque es más importante por lo que esconde que por lo que enseña, ya verá por qué.

Le invito a que me siga y disfrute de tantas sorpresas que Marichel nos tiene preparadas, después de un goloso desayuno invitados por la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Villajoyosa.

Iniciamos la visita, dirigidos por la guía turística Malena Lloret, en la casa museo La Barbera dels Aragonés, del siglo XVII que sus propietarios originales convirtieron de casa de campo en palacete cuando cambiaron de residencia de la fachada marítima al interior. Esta familia vino a Villajoyosa con el reparto de tierras después de la Reconquista y aquí se quedaron disfrutando en la Corte de cargos políticos y destinos militares. Juan Aragonés, caballero templario, acudió a Villajoyosa con el rey Jaime I en el siglo XIII, por esto en el escudo de armas de esta familia se representa la Cruz del Temple. El legado que dejaron en Villajoyosa tiene un gran valor histórico y social. Buena parte de las fotografías más antiguas que se muestran en las paredes de esta finca son de sus últimos propietarios, contemporáneos de la reina Victoria del Reino Unido y de Isabel II de España. Mucho de su mobiliario, vajilla, adornos y recuerdos que allí se exponen son de esa época. Al contemplarlos, nos trasladamos a momentos concretos de la historia de España y a como vivía esta familia en este entorno rural no exenta de lujos reservados para unos pocos. Desde 1992 este inmueble y sus jardines son propiedad del Ayuntamiento de Villajoyosa.

La calle Colón, arteria principal de la localidad donde se construyeron los edificios civiles más emblemáticos a principios del siglo XX, desde la pandemia está peatonalizada. Visitamos desde ella el Vila Museo, inmueble donado a la ciudad por el Doctor Esquerdo. En su interior hay muchas sorpresas. Alberga los tesoros de Villajoyosa. Uno de ellos especialmente. Nos enseñan el laboratorio donde actualmente guardan 250 ánforas, algunas de las que se encontraron en el pecio del Bou Ferrer de un barco romano hundido de la época de Nerón, nada menos. La sorpresa es tal que quedamos impresionados por un instante. Unos exclamaron de admiración. Otros callamos ante el asombro. Imagine esas ánforas cargadas de salsa de pescado fermentado por especias durmiendo durante siglos a más de 30 metros de profundidad esperando que alguien las descubriera y recuperaran todo su esplendor. Vimos cómo las ánforas se limpian del salitre en unas balsas con agua dulce durante dos años y medio. A su vez, guardan en un congelador – con esmerado cariño – parte de la quilla de madera del barco romano. Este museo tiene muchos otros tesoros, pero este de las ánforas romanas es sin duda el que más nos llamó la atención. Tenga en cuenta que el pecio sigue intacto bajo el agua y que, con permiso y acompañado de buceadores profesionales, se puede visitar in situ a casi 30 metros de profundidad y a una milla de la costa.

La visita al museo nos invita a volver y seguir disfrutando de él y de todo lo que tiene que ver con el desembarco de piratas berberiscos ocurrido en 1538 liderados por Zalé-Arraéz con intención de saquear y arrasar la población, que fue frustrado por las fuerzas cristianas el día de Santa Marta, y que se rememora cada año en las fiestas de moros y cristianos del 24 al 31 de julio. En la actualidad este desembarco es un espectáculo extraordinario digno de mención.

Caminando por la calle Colón paramos en la Oficina de Turismo, antiguo chalet de Centella, construido a principios del siglo XX por Juan Vidal, el afamado arquitecto alicantino. Frente a él está la cafetería El Buen Gusto donde disfrutamos de un Nardo, bebida típica local para disfrutar sobre todo durante las fiestas de moros y cristianos.

¿Sabe de dónde le viene el nombre? Unos vileros fueron al Teatro Principal de Alicante para ver a Celia Gámez y la representación de la zarzuela Por la calle de Alcalá. En uno de sus actos se canta “nardos caballeros …”. Al volver a la Vila se fueron al Café Mercantil y allí tararearon varias partes de esa zarzuela. Entre risas y anécdotas bebieron café granizado y lo mezclaron con absenta. Ojo, está bueno, aunque tiene una alta graduación. Y entre chanza y chanza nació esta bebida popular con el nombre de nardo. Aquí tiene su origen, así lo canta Celia Gámez: Los nardos (youtube.com) Esta bebida fue originaria del Café Mercantil pero actualmente se sirve “en secreto” en otras cafeterías de esta población.

Cuando caminamos por la calle Colón pisamos el suelo de lo que fue un campamento militar romano para 500 hombres (83-72 a. C). No se ve, pero se sabe que está debajo. Una placa metálica anclada en el suelo lo corrobora. El campamento ocupaba el espacio entre las calles Colón, Pizarro y Juan Tonda. Más hacia el río están las termas romanas, todavía en proceso de excavación arqueológica. Y se estima que el foro romano está debajo de lo que es hoy la plaza de la Generalitat Valenciana. Ahí es nada, quedan muchos años de investigación y excavaciones arqueológicas para rescatar del olvido vestigios del pasado.

A principios del siglo XX Villajoyosa construyó edificios modernos emblemáticos como el auditorio, la sede de la policía local, el mercado de abastos, …. Nos detenemos en este último.  Hay puestos que además de vender sus productos, puedes degustarlos, y eso hacemos con hueva y mojama típicos de esta tierra. Después, en el restaurante Drago comemos viandas propias de esta localidad y catamos vinos de Mas de Sella, broche de oro para este día ya inolvidable.

Pascual Rosser Limiñana

Colaborador de “El Consistorio”

Escritor

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En este libro le cuento algunos datos de personajes y personajillos relacionados con Alicante. Ya verá. Unos lo son por nacimiento, otros son alicantinos de adopción que vinieron a Alicante por una u otra razón y aquí se quedaron, y están aquellos que estuvieron de paso por la capital alicantina y se marcharon llevándose un buen recuerdo.

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Tags: El Atril de Pascual Rosser Limiñana

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