El Arte de Soltar: Un Pilar Para el Bienestar Mental

​¿Y si la clave para avanzar no fuera añadir, sino liberar?

 

En el viaje de la vida, es inevitable acumular experiencias, tanto positivas como negativas. Sin embargo, cuando nos aferramos persistentemente al pasado, a expectativas no cumplidas, a relaciones disfuncionales o incluso a una imagen rígida de nosotros mismos, esta fijación se convierte en un obstáculo psicológico que compromete seriamente nuestro bienestar mental. Desde una perspectiva psicológica, la capacidad de «soltar» o desapegarse es un mecanismo adaptativo esencial para la salud emocional y el crecimiento personal.

Aferrarse a eventos pasados (errores, ofensas, duelos, etc.), a menudo se manifiesta como ruminación; un ciclo de pensamiento repetitivo e improductivo. A nivel cognitivo, esto mantiene activo el sistema de amenaza, incrementando los niveles de cortisol (hormona del estrés) y, perpetuando estados de ansiedad y depresión. El aferramiento a expectativas irreales sobre cómo «deberían ser» las cosas (relaciones, trabajo, el mundo, etc.) genera una constante disonancia cognitiva al chocar con la realidad.

Tenga en cuenta que el apego se nutre del miedo, la incertidumbre, la soledad o a no ser suficiente para los demás. Identificar este miedo es el primer paso para soltar.  

Soltar se convierte en un acto de inteligencia emocional y de flexibilidad con nosotros mismos. Esto no implica olvidar o ser indiferente; es un acto consciente de aceptación radical y reorientación de la atención y la energía.

Una de las herramientas más prácticas de autogestión para soltar es la Aceptación Radical que implica reconocer la realidad tal como es, sin juzgarla ni intentar cambiar lo que está fuera de nuestro control. Es decir, disminuir el sufrimiento secundario, que es el dolor añadido que generamos al luchar contra la realidad.

Por otra parte, el desapego emocional (o distanciamiento) permite observar nuestros pensamientos y emociones sin ser arrastrados por ellos. Se trata de reconocer que: «Yo no soy mis pensamientos.» ​»Yo no soy mis emociones.» Esta práctica, promovida por el Mindfulness (la atención plena), debilita la identificación con narrativas limitantes o dolorosas.

 

Algunas prácticas conscientes para aprender a soltar

  1. La técnica de «etiquetar y dejar ir»

Esta es una técnica fundamentada en la práctica de Mindfulness.

  • ​Identificación: cuando un pensamiento o una emoción recurrente y dolorosa aparece (por ejemplo: arrepentimiento, rencor, preocupación), nómbrelo mentalmente.
  • Etiquetado: use una etiqueta simple: «pensamiento de culpa», «sentimiento de tristeza», «memoria del pasado».
  • Desidentificación: recuérdese: «Yo estoy teniendo este pensamiento, pero yo no soy este pensamiento.»
  • Liberación: imagine el pensamiento o la emoción como una hoja flotando en un río o una nube que pasa en el cielo, y déjela ir, redirigiendo su atención al momento presente (inhale – exhale sienta y escuche su respiración).

 

  1. Reformulación de la Pérdida

​Cuando el apego está ligado a una pérdida o a una decepción, cambie la narrativa interna.

  • ​En lugar de: «perdí la oportunidad de mi vida,» pregúntese: «¿qué aprendí de esa situación que me hará más fuerte en el futuro?»
  • ​En lugar de: «me ofendió», pregúntese: «¿puedo dejar la ofensa en el pasado para priorizar mi paz mental hoy?»
  • La clave es cambiar el foco del daño a la lección o la autopreservación (protección).

 

  1. El Compromiso con Valores

En la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), soltar significa liberar recursos para invertirlos en algo significativo.

  • ​Identifique su valor: ¿qué valor fundamental (amor, crecimiento, honestidad, paz…) está siendo bloqueado por el apego?
  • Actúe en línea: redirija la energía que gasta pensando en el pasado hacia una acción concreta que represente ese valor hoy.

Ejemplo: si su valor es el «Crecimiento», use el tiempo que dedicaba a la rumiación para estudiar una nueva habilidad o empezar un proyecto.

 

  1. Técnicas de Autocompasión

El soltar a menudo implica perdonarse a uno mismo o aceptar una imperfección, lo cual requiere amabilidad. Lo invito a escribir “La carta de despedida y gratitud”

  • ​Redacte: escriba una carta (que no tiene que ser enviada) a la persona, situación o incluso a la parte de usted mismo que necesita soltar.
  • Incluya: exprese honestamente el dolor del apego, la decisión de dejar ir y, crucialmente, un reconocimiento de la gratitud por lo que aprendió de esa experiencia.
  • Finalice: con un acto de «despedida» o «liberación» de la carta (guardarla lejos o quémela simbólicamente).

Finalmente, lo invito a ver este proceso de soltar como una liberación de las ataduras del pasado y no como una perdida. Es un regalo que nos damos a nosotros mismos para recuperar la energía y el foco que merecen el aquí y el ahora. La próxima vez que sienta el lastre del aferramiento, recuerde que la verdadera fortaleza reside en la flexibilidad de su mente. Elija la ligereza sobre la carga (desocupe su mochila constantemente). Elija el presente sobre la repetición. Elija activamente su paz.

¡Elijase siempre!…

 

 

Adriana Triana

Colaboradora de «El Consistorio»

Psicóloga clínica – Coach ontológica – Especialista en RRHH

Tags: El Atril de Adriana Triana

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